En un año marcado por elecciones globales, guerras sin tregua y nuevas crisis de confianza, el Digital News Report 2025 del Reuters Institute llega como una radiografía incómoda pero necesaria. Publicado en junio y basado en encuestas a casi 100.000 personas en 48 países, este estudio —coordinado por Nic Newman y financiado por el Google News Initiative— nos muestra cómo, dónde, cuándo y por qué se está transformando la forma en que nos informamos. Mientras los medios tradicionales pierden terreno, el video y los creadores digitales ocupan el centro del escenario. La inteligencia artificial entra tímidamente como fuente directa de noticias, y la desinformación sigue siendo el monstruo agazapado al que nadie logra ponerle correa.
📉 El ocaso de los medios tradicionales
Ni la televisión, ni los diarios impresos, ni los sitios web de noticias logran revertir la caída de audiencias. En Estados Unidos, por ejemplo, por primera vez las redes sociales superan a la TV como principal fuente informativa. La misma tendencia se replica en otros países, especialmente entre menores de 35 años, donde el hábito de “entrar a un sitio de noticias” está prácticamente desapareciendo.
📲 Creadores e influencers toman el rol editorial
Podcasters, youtubers, tiktokers… Hoy ya no son marginales. En muchas regiones, estas voces no solo generan opinión pública, sino que reemplazan a los medios como fuentes principales de noticias. Pero ojo: también son señaladas, junto con los políticos, como las mayores fuentes de desinformación global. Es un nuevo ecosistema donde el periodismo compite no solo con la velocidad, sino con el carisma.
📽️ El video se impone, ahora sí
Después de años escuchando que “el video es el futuro”, parece que ese futuro por fin llegó. Aunque el texto sigue siendo el formato “preferido” según los encuestados (55%), el video es ya el formato más usado semanalmente: lo consume un 75% de la muestra global, especialmente desde plataformas como YouTube, Facebook, Instagram y TikTok. No es solo una tendencia visual: es un cambio cultural.
🧠 La IA se mete en el juego informativo
Por primera vez se mide el uso de chatbots con inteligencia artificial como fuente directa de noticias. El promedio global es bajo (7%), pero entre los menores de 25 años sube a un 15%, lo que sugiere un cambio de paradigma en las generaciones que ya no buscan noticias, sino que “conversan” con ellas. Sin embargo, la mayoría de las personas sigue desconfiando del contenido automatizado si no hay humanos supervisando.
💥 Fragmentación, polarización y caos informativo
El consumo informativo está más fragmentado que nunca. Seis plataformas superan ya el 10% de uso semanal (Facebook, YouTube, Instagram, WhatsApp, TikTok y X), pero con lógicas muy distintas. En redes como X (antes Twitter), la audiencia se ha derechizado desde que Elon Musk tomó el control. Y mientras tanto, un 58% de los encuestados dice no saber distinguir lo verdadero de lo falso. En este entorno, los algoritmos tienen más poder que muchos editores.
💰 ¿Quién paga por las noticias? Pocos.
En promedio, solo un 18% de las personas en países ricos paga por noticias digitales. Noruega lidera con un 42%, pero en lugares como Grecia o Serbia, la cifra es inferior al 7%. El modelo de suscripción sigue siendo una barrera difícil de escalar.
Ahora bien, algunos medios están empezando a explorar nuevas fórmulas llamadas “bundles informativos”: paquetes que combinan acceso a noticias con otros servicios digitales —como newsletters exclusivas, pódcast premium, acceso a herramientas o plataformas educativas— todo bajo una sola suscripción. La lógica es similar a Netflix o Spotify, pero con contenido periodístico de valor agregado. Aún es temprano para saber si funcionará.
🧭 Conclusión: la información se mueve, pero no todos se mueven con ella
El Digital News Report 2025 no es solo un estudio sobre medios. Es una advertencia. El mapa de la información está cambiando, y quien no lo entienda, quedará fuera de la conversación. Los medios tradicionales enfrentan el mayor desafío de su historia reciente: adaptarse sin perder el sentido. Y las audiencias, más que nunca, necesitan criterio, alfabetización y memoria. Porque la IA no olvida, pero sí puede inventar.